En el mundo existen más de mil millones de usuarios de redes sociales, principalmente en sitios como You Tube, Facebook y Twitter. A nivel América Latina indica que cerca del 30% de la población ha empleado una red social.
"Las redes sociales son benéficas desde el punto de vista de la comunicación humana e incluso su buen uso puede capitalizar las oportunidades de negocio en empresas. Nadie duda de su utilidad, sin embargo, por su propia naturaleza, esta herramienta puede agudizar el sedentarismo y en ciertos casos contribuye a aislar a las personas en una realidad extremadamente virtual. Dicho de otra manera, se olvidan del mundo de carne y hueso", explicó el Dr. José de Jesús González Núñez, director de Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.
Incluso el especialista explicó que muchos fanáticos de la red social están extiendo su uso a "su esquema corporal": "Sobre todo en adolescentes, una de las máximos logros es coleccionar 'Felicitaciones de Cumpleaños' en su muro o bien dar demasiada importancia en su decoración, sin olvidar la importancia que tienen las fotografías, porque ellos perciben que ya forma parte de su propia imagen, es decir, la red social es una extensión de su personalidad", subrayó.
La adicción a Internet puede tener una semejanza a otro tipo de adicciones, como la ludopatía (adicción al juego), al trabajo (workaholic) o al alcoholismo: "Hablamos de un uso patológico, que presenta síntomas muy claros: una ansiedad compulsiva por estar siempre conectado a la red social, sea vía Internet o mediante el uso de dispositivos inalámbricos."
Los síntomas más frecuentes, sostiene Caudillo, son en primer término, la pérdida de relaciones interpersonales, tanto laborales, amistosas como amorosas, cambios de humor, empleo compulsivo del medio, privación del sueño (el ciber adicto prefiere no dormir con tal de estar conectado), en incluso problemas físicos derivados por problemas de la espalda o la vista cansada. "En otras palabras, cuando el uso compulsivo de las redes usadas interfiere de manera directa con nuestras relaciones persona a persona se vuelve patológico."
Las adicciones atribuidas a la Red se clasifican en cuatro categorías:
Sexual. La compulsión por bajar fotos y videos de sitios Web pornográficos o redes sociales alusivas al tema. También relacionarse virtualmente con otras personas, cuyo fin es intercambiar experiencias sexuales empleando el chat o la Web cam.
Relaciones. Es la compulsión por estar siempre conectado en la red social. Implica ser un coleccionista de amigos y dedicar mucho tiempo a la decoración del muro o perfil. En este sentido especialistas han visto casos de personas que están más de 18 horas conectadas y al pendiente de su red social.
Compras. Hace alusión a los sitios de juegos o apuestas y compras. Este tipo de adicto puede literalmente vaciar su tarjeta de crédito en sitios tipo iTunes, o bien pasar horas en sitios como casinos virtuales.
Descargas. Es la búsqueda compulsiva de información de todo tipo y de productos, principalmente software libre o shareware e incluso, tratar de bajar información confidencial de ciertos sitios Web. Es el principio del hacker.
El perfil de los usuarios adictos a las redes sociales es principalmente de hombres y mujeres jóvenes, con un nivel educativo de licenciatura, habilidosos en las uso de las Tecnologías de Información, pero con rasgos de personalidad tímida, retraída y depresiva, por lo que encuentra en el Internet el medio ideal para liberar su ansiedad. "Con la red social ganan mayor confianza dado el relativo anonimato que proporciona el Web".
Sin embargo, el IIPCS ha detectado un incremento notable en este tipo de padecimientos, sobre todo en la población de adolescentes y de adultos de 22 a 30 años de edad.
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